El uso en el aula de las tecnologías de la información (TIC) ahora llamadas tecnologías del aprendizaje y la comunicación (TAC), es una estrategia complementaria, que afectivamente, no sustituye estrategias anteriores, pero que en algunos casos permite otorgar significatividad a los aprendizajes. He escuhado a compañeros maestros encargar una tarea y especificar a sus alumnos que está prohibido investigar en INTERNET; sin tratar de adivinar sus razones, me parece una actitud equivalente a la de un profesor que en el tiempo de las primeras imprentas, hubiera prohibido a sus alumnos usar los libros para realizar una investigación. La preocupación de un docente debe girar en torno a la revisión, análisis y selección de contenidos de la RED y explicarles ¿qué perseguimos con una tarea y cómo ejecutarla?, sin prohibir fuentes de consulta de la naturaleza que sean.
No es correcto que un maestro satanice un medio de consulta en afán de evitar el «copie y pegue», lo correcto es explicar a los alumnos como pueden tamizar la información para su mejor aprovechamiento.
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